miércoles, diciembre 10, 2014

Crimen pasional


Tengo un carácter difícil, impetuoso. 
Reconozco que mi temperamento irracional me pierde, me ciego y pierdo los nervios con facilidad, pero es que él me puteó desde el primer momento. 
Cuando lo conocí yo no sabía dónde me había metido aunque supe de inmediato que, tarde o temprano, íbamos a chocar. Pese a que cualquiera con dos ojos en la cara se daría cuenta al instante de que aquel tipo feo y flaco era un individuo ridículo no pude evitar fijarme en él, y ésa iba a ser mi perdición. Lo seguí a todas partes. Siempre se burlaba de mí en público y con el mayor de los desprecios se chuleaba ante los demás cada vez que me humillaba. Yo me daba de cabezazos porque no lograba comprender que pretendía hacer conmigo tratándome de aquella manera. Sus continuos engaños, además, me enloquecían.
Debería aprender a controlarme, lo sé. Nunca aprendí a contar hasta diez antes de explotar y la sangre me hierve con facilidad y me nubla la vista, pero es que parecía que se esforzaba en causarme el mayor dolor posible en todo momento. Y por su sonrisa cualquiera diría que disfrutaba con aquello. Me hacía daño. Un daño atroz.
Habíamos bailado hasta el agotamiento. Me acarició. Yo me froté contra sus muslos. Dimos vueltas y vueltas hasta jadear sin aliento. La pelea de aquella tarde iba a ser de las que hacen historia. Nos miramos a los ojos con una mezcla de odio, recelo, y miedo, mucho miedo. La gota que colmó el vaso de mi paciencia fue cuando me apuntó con su arma el muy cobarde, él, que presumía de tener los cojones más grandes. Pensaba que  iba a desplomarme de rodillas ante él, que iba a tumbarme a sus pies con la mansedumbre de los derrotados, de los vencidos. 


Pero a los de mi casta nadie nos enseñó a poner la otra mejilla. Cuando se nos ofende embestimos a todo lo que se nos pone por delante.
Soy culpable. Sé que ahora me encerrarán y me harán pagar por lo que he hecho. Probablemente con mi vida.

Me llamo Islero y yo maté a Manolete.

jueves, diciembre 04, 2014

Ante todo, mucha Karma.



Eso del Karma es un camelo.
En mi vida he conocido gente mala, pero gente mala de verdad. Al lado de ellos, los malos que ustedes conocen por el cine, las novelas o los noticiarios son unos angelitos mofletudos. Gentes capaces de destrozar, devastar a todos los miembros de su propia familia y cometer la crueldad de dejarlos con vida. Y créanme, la mayoría de estos criminales gozaron de una larga existencia, el remordimiento jamás les hizo perder un solo minuto de sueño y sus vidas fueron, por lo general, bastante menos grises y tristes que las de todos ustedes.
Lo de que el mal que engendres dará la vuelta al mundo hasta encontrarte no es más que un mito. Y aquello de que en otra vida un Dios castigará a los malos y premiará a los buenos... Por favor, no me hagan reír.
Yo antes pensaba como ustedes, es por eso que el primer crimen es siempre el más difícil. Pero eso fue hace ya mucho tiempo.
Los únicos que lo pasan mal en esta vida son los estúpidos, los que no hacen bien su trabajo. Así que, si tu vida es un infierno, ya sabes quién es el culpable. Si yo les contara lo satisfactoria que puede ser a veces mi profesión...

Cuando recibo un encargo, concreto los detalles, analizo el objetivo, escojo el arma adecuada, elaboro concienzudamente el plan y la ruta de fuga; el día acordado realizo mi tarea con precisión y limpieza, mutilo el cadáver según lo convenido, borro mis huellas y/o dejo otras que incriminen al pringao que me designen, y abandono el lugar con tranquilidad; mi corazón late al ritmo del tuyo cuando te das un baño de espuma. Luego paso a cobrar, ni un centavo más, ni un centavo menos. Y siempre en efectivo. La profesionalidad se paga.

Si está interesado en contratar alguno de nuestros servicios, llame al 616905212. Ya no admitimos los vales de descuento.