lunes, junio 30, 2014

One, two, three ¡¡¡Viva l'Algerie!!!


De esto hace 32 años.

Salíamos de matricularnos, por primera vez, en la Facultad; acabábamos de decidir nuestro destino con esa absoluta inconsciencia tan propia de los jóvenes, tan propia de los hombres.
A la salida nos encontramos con un grupo de chavales de nuestra edad, aunque mucho más morenos, que bailaban y cantaban al son de uno de esos tamborcillos de cerámica.
Su alegría era contagiosa. Los estudiantes nos unimos al grupo de forofos y nos los llevamos de sidras. Pero ellos se obcecaron en pedir pepsicolas.
Una y otra vez proclamaban que Argelia vencería a Alemania por 2 a 1 en el partido del Mundial 82 que se iba a disputar en nuestra ciudad. Nos burlamos de ellos porque la germana era la selección más potente del momento y los argelinos se habían clasificado de puto milagro. Pero ellos insistían e insistían, no en el empate, ni en que vencerían por un miserable y único gol de carambola. Todos repetían que los alemanes encajarían dos goles aunque admitían que también recibirían uno en contra. Estaban tan convencidos del resultado que juraron por Mahoma que, si así sucedía, le regalarían a una de nuestras amigas la bandera verdiblanca con la luna y la estrella rojas que no paraban de ondear orgullosos y eufóricos.

El partido se jugó esa tarde.

A las dos de la madrugada se presentaron en Somió en el chalé de mi amiga para regalarle la bandera ante los soñolientos e incrédulos ojos de sus padres que vieron como una panda de moritos les pisaban los parterres. No recuerdo bien si le gritaron a su hija: "Anda niña, vete padentro" o se sumaron a la fiesta y empezaron a dar botes con los hinchas coreando "Uan, chu, frí, ¡Viva la Alyerí".

A los pocos días, Alemania y Austria pactaron uno de los más bochornosos resultados de la historia del fútbol, una vez metido el primer gol, que clasificaba a los dos equipos, se echaron a dormir, evitando con ese apaño que Argelia pasara a la siguiente fase. Asturianos y argelinos estuvieron a punto de invadir el campo para tratar de impedir tanta desvergüenza.

Hoy se vuelven a encarar las dos selecciones.
Es tiempo de que la Historia haga Justicia.
Que Alá reparta suerte.