viernes, agosto 19, 2011

LOS BUENOS MODALES

De regreso del planeta Chinorri me encontré con Madrid emPapizado*. El centro de la ciudad estaba abarrotado de bandas de jovenes descontentos provocando tumultos. Uno de los más peligrosos, el hooligan albino de la bufanda de la foto de la derecha, fue arrestado después de provocar una tangana con un tal Mouriñho que le metió un dedo en el ojo y se lo dejó a la virulé. 

Ha resultado muy difícil  publicar nada en el blog y contestar los comentarios porque este mes he estado de viaje. La entrada anterior estaba programada pero el acceso a Internet en China es tortuoso, todo está en contra: los ideogramas, el teclado, la velocidad desesperante. Un ejemplo, estábamos en un megaciber en Hangzhuo de más de 400 ordenadores. Para acceder nos copiaron el pasaporte, cosa habitual. De repente al chico de la fila de al lado se le acercan dos policias de paisano, le preguntan si está usando  ese ordenador, le hacen unas fotos junto a la pantalla, con las esposas ya puestas, y se lo llevan arrestado. Quedé con las ganas de hacer una foto pero no estaba el horno para bollos asi que tenéis todo el derecho de no creerme, no tengo pruebas.
No somos los primeros que hemos viajado a China; desde Marco Polo hasta hoy han pasado millones de viajeros por lo que no os daré la brasa con un relato de turista. El que quiera saber como es que vaya o se compre el National Geographic y me deje en paz. Hoy vamos a hablar de los buenos modales.

Si vuestra china madre os decía que no se habla con la boca llena, ni se mastica con la boca abierta enseñando los rollitos primavera que os comisteis en la primavera del 68, tenía razón, hacedle caso.
 Si insistía en que antes de entrar hay que dejar salir, sobre todo cuando en el metro no cabe ni un grano de arroz más, hacedle caso.
Cuando os indicaba que no se puede gritar en espacios cerrados, sobre todo si hay un tímpano a centímetros de tu boca, hacedle caso.
Si os prohibía escupir en el suelo del salón, sonarse los mocos en las cortinas, limpiarse las orejas con una uña infinita, alguna razón tendría la buena mujer.
Cuando os enseñaba a controlar los esfínteres y os recordaba que en medio de la Ciudad Prohibida no se mea, ni se caga haciendo cola en el autobús de Xian, que es mejor separarse discretamente de la cola por lo menos un metro y medio, creedme, vuestra madre estaba en lo cierto.
Si os decía que la mejor forma de zanjar una discusión con el novio  no es arrojarlo  al rio de Fenghuang y tirarle el bolso a la cabeza a ver si lo rematas, lo hacía por vuestro bien.

Y cuando os enseñaba que cuando unos jóvenes se reunen reclamando libertad no se les debe aplastar con un tanque ¿Por qué no escuchasteis a vuestras madres?




*EmPapizarse: En asturiano, atragantarse cuando uno se come un Papa indigerible.