Hoy y aquí gozamos de las mayores libertades individuales que han visto los siglos, libertad política, económica, libertad de conciencia,libertad de expresión hasta límites nunca sospechados... Y sin embargo, no hacemos otra cosa que ahogarnos en este oceáno de libertad, la dilapidamos como nuevos ricos, no sabemos que hacer con ella. A nadie podemos culpar por ello, no ahí ninguna mano negra que nos reprima, nosotros somos los únicos culpables por nuestra falta de imaginación. Con todas las opciones que tenemos abiertas y sin embargo parecemos incómodos ante la perspectiva y el tremendo esfuerzo de tener que decidir.
Sin embargo, globalmente la libertad no atravise los mejores momentos. Tres acontecimientos (y aquí es cuando me pongo un poco tontuco y pedantón) han contribuido a mi juicio al recorte de libertades.
El primero fue la extensión del fantasma del Sida, que reprimió nuestra sexualidad, y lo que es peor nuestros afectos, despertando fantasmas y temores que creíamos enterrados por la historia y el progreso.
El segundo fue la caída del muro que nos hizo ver los horrores de las dictaduras socialistas, esto dejó totalmente desorientados a los pensadores progresistas (tan ingenuos y complacientes hasta entonces con aquellos regímenes) que dejaron sin el necesario contrapeso ideológico a los conservadores. Desaparecido el equilibrio de potencias militares los EEUU se crecieron y han transformado el mundo en su imperio.
El tercero fue el 11-S. Hemos aceptado recortar la libertad de prensa, la de expresión, admitido que se censuraran imágenes, intervinieran nuestras comunicaciones, cedieramos soberanía nacional y personal, tolerado registros estúpidos y vergonzantes en aeropuertos, todo a cambio de una pretendida mayor seguridad. Y nos hemos resistido tan poco...
De todas maneras y, volviendo al principo, me parece más grave la claudicación individual, ese empeño en ponernos nosotros mismos el collar, y lo peor es que trocamos lo más preciado por muy bajo precio.
Perdonadme pero hoy he perdido un poco el Norte. Será la tormenta.