sábado, septiembre 30, 2006

VANGUARDIAS


Chinese Dragon
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En su constante afán de experimentar con la búsqueda de nuevos sonidos el famoso músico y alquimista ruso Borodin compuso su célebre “Concierto para dragón y orquesta".

En la primera, (y única) representación de la obra colocaron al monstruo al fondo del escenario, justo a la izquierda de la sección de viento.

¡Sobrecogedor! Fue la opinión unánime de los chamuscados críticos de la primera fila.

jueves, septiembre 28, 2006

COMPLEJO DE CASTRACIÓN


Algunos varones en su desarrollo atraviesan diversas etapas de inseguridad cuestionando permanentemente su propia virilidad.
Teme este tipo de hombre en su infancia que nunca llegará el día en que el vello le salga. Cuando alcanza la ansiada pubertad, no lo tranquiliza el estar cubierto de rizos estropajosos; cubierto de granos se siente incapaz de seducir a nadie y piensa que jamás logrará conquistar una chica que consienta besarlo.
Logrado este objetivo considerará tarea imposible la pérdida de la virginidad y concebirá durante un tiempo la copulación como un ejercicio técnicamente complejo para el que no se siente dotado.
Tras la comprobación empírica de que la mecánica del sexo es simplemente una cuestión de ángulos, momentos y fuerzas y tras pasar por los titubeos, torpezas y traumas de las primeras experiencias, pasará una fase, eso sí breve, dominado por el pánico, creyendo que dejará embarazada con sólo estornudar a cualquier mujer que resida en su misma ciudad; por aquel tiempo consumirá por pares los preservativos.
Traspasará el motivo de su desasosiego y cuestionará su hombría por el hecho de que su precoz eyaculación impida alcanzar el orgasmo a sus parejas. Cuando consigue moderar el ímpetu juvenil, no le tranquiliza ya que sus parejas gocen, considera que, a estas alturas, su infertilidad manifiesta, demuestra claramente su esterilidad.
Cuando acuna entre sus brazos a su primer hijo, duda; dudará también con el segundo, y con el enésimo, de su paternidad; y recelará de cualquier rasgo, gesto, o acción del bebé que le resulte extraño a él, pero familiar en el rostro de un conocido. Ya puede nacer la criatura con sus mismos lunares, remolinos, hoyuelos y taras genéticas que su corazón albergará por siempre la sospecha de incubar un cuco.
Fruto de tanto recelo será abandonado y se sentirá incapaz de rehacer su vida. No tardará en casarse… varias veces más.
Pasa así el tiempo del hombre de eyaculación en angustia, cuando el cuerpo le da las primeras señales de declive. Temerá entonces que el último polvo será en verdad el último. Atenaza su vida el fantasma de la impotencia y buscará en carne fresca reavivar su carne muerta.
Hasta que un día le sorprende la muerte y le confirma de una vez todas sus aprensiones.

martes, septiembre 26, 2006

¿JACOBEO O JACOBINO?



Las dos risueñas hermanas me condujeron a través de un luminoso claustro. Me mostraron, con legítimo orgullo, una modesta celda de paredes enjabelgadas donde veneraban el cuerpecillo incorrupto de la que había sido durante casi 80 años la repostera del convento.
La monja, menuda y leve como un suspiro, reposaba, (se podría decir levitaba) sobre un mantel adornado con unos ribetes tan finamente calados que semejaban una blonda, y tan almidonados que se dirían hechos de oblea.
Me sorprendieron sus manos blancas de harina. Durante décadas aquellas manos habían amasado pestiños, rosquillas, polvorones, perronillas, mazapán, alfajores, yemas, mantecados, turrones. Habían batido cremas, natas, espumas y mieles, merengues. Habían molido piñones, pistachos de Alepo, anacardos, granos de anís, semillas de sésamo y ajonjolí. Habían rallado chocolate belga, corteza de lima y limón, regaliz. Habían espolvoreado azúcar glasé, vainilla, canela. Aquellas manos se habían impregnado de aromas de caramelo, de naranja amarga, de confitura de arándanos, de menta negra, hierbabuena, clavo, cilantro, cardamomo y de las mil especias que les enviaban al convento desde las misiones y que ni siquiera tienen nombre.
Cuando nos marchamos dejé salir primero a las monjitas. No pude evitar la tentación de quebrarle un dedo a la momia y llevármelo a la boca.


jueves, septiembre 21, 2006

EL ARTE SOY YO


Dos grandes pasiones esclavizaban el corazón del artissshta. Una era el amor por el Arte; la otra era un desmedido amor por su propia persona.
Con el fin de neutralizar ambas fijaciones decidió realizar un autorretrato utilizando como lienzo un espejo.
Lo que en principio podría parecer un desafío fácil, un simple extender color sobre unos límites bien perfilados (no mucho más allá de un pinta y colorea de guardería) entrañaba en realidad una complejidad reservada al talento de un genio.
Una vez superadas las primeras dificultades técnicas, (como evitar que se empañara el cristal con el aliento desbocado del creador, que se corriera la pintura por la bruñida superficie o las distorsiones que se provocaban en las proporciones cada vez que a la imagen se aproximaba el modelo para dar las pinceladas), consiguió un primer boceto churretoso de algo que recordaba vagamente a un rostro humano.

Luego de romper muchos espejos, (tantos, que prorrogarían su mala fortuna por muchas eternidades), alcanzó a obtener un retrato exacto de sí mismo.
Allí estaban una por una reflejadas hasta el más mínimo detalle todas sus facciones, reproducidos fielmente cada pelo, cada poro, cada célula de su piel.
Se alejó un poco para contemplar globalmente el resultado final: idéntico el fulgor enloquecido de los ojos, parejas las nerviosas puntitas del bigote, gemelas las marañas del cabello embravecido.
Sólo restaba para la identidad plena un puntito de rojo carmín en uno de los labios. Untó un pincel de marta cibelina (el de trazo más fino de cuantos existen) en la mancha bermeja de su oblonga paleta. Su pulso, de ordinario tan templado, tembló por vez primera cuando se dispuso a rematar la faena.

Preso de un deseo irrefrenable besó aquellos labios que se le ofrecían jugosos y abiertos, fundiendo rostro contra rostro.
Después de aquel arrebato apasionado, ni la obra, ni el artista volverían a ser los mismos…

miércoles, septiembre 20, 2006

EL PLANETA DE LOS GANSOS





En el planeta de los gansos celebran de un modo peculiar sus fiestas patronales. Cuelgan de una soga a un mozo de Lekeitio y un ganso se le aferra a los cojones con el pico. Desde los muelles del puerto tiran y aflojan la soga. Pese a los zarandeos y zambullidas el ave no soltará su presa hasta arrancarle los huevos al mozo.
Durante los festejos de este año, ante las numerosas protestas recibidas, el mozo ya estará muerto cuando lo cuelguen.

martes, septiembre 19, 2006

El síndrome de Diógenes


Hemos visto muchas veces en los telediarios como personas, casi siempre ancianos, se empeñan en acumular basura en sus casas, incapaces de desprenderse de nada, hasta el punto de que, al final, casi no pueden ni entrar en sus viviendas.
A veces pienso que nos pasa lo mismo, acumulamos recuerdos y nostalgias en nuestra memoria hasta el punto de llegar a saturarla. (La mía de apenas unos bytes se llena enseguida)
Cuando llegamos a este punto en el que no nos cabe más pero somos incapaces de tirar nada, nos anclamos a los saberes que hemos ido recopilando desde pequeños y nos aferramos a ellos resistiéndonos con uñas y dientes a todo cambio. De ahí nuestro rechazo a que Plutón sea expulsado como planeta, pues nos altera el más inalterable de los órdenes, el orden cósmico y eso nos perturba. Como perturbaron en su día las afirmaciones de Galileo.
Nos hemos amueblado, poco a poco, con una visión del mundo que nos resulta cómoda, incapaces de realizar el esfuerzo por conocer nuevas cosas, de explorar nuevos senderos.
Ha llegado el momento de la necesaria mudanza, de un expurgo higiénico, de tirar los muebles por la ventana y que corra el aire fresco. De poner en cuestión todas nuestras convicciones y abrir los ojos de nuevo.
De lo contrario, acabaremos durmiendo en el rellano.

Quiero ser una chica Almodóvar

Hace varios años utilizaron la canción de Serrat, Hoy puede ser un gran día para anunciar compresas. El cantautor obligó a retirar el anuncio poco después porque juró y perjuró que no había dado su consentimiento para utilizar comercialmente su música.
No vamos a dudar de la palabra de uno de los pocos santos que nos quedan.
El publicista que dirigió aquella campaña jura y perjura que Serrat estaba al tanto de todo el negocio pero que no le agradaba convertirse en un chico Tampax (justo al revés que al principe Carlos).
Tampoco vamos a tener por qué confiar en la palabra de alguien cuyo oficio consiste en idear mentiras creíbles de 20 segundos.
Estos días podemos escuchar una canción de Sabina anunciando que el otoño ha llegado en unas galerías comerciales. No creemos que el principe de la espantá (todos sabemos que el rey era Curro Romero) obligue a retirar su música del anuncio. Más bien hará una cínica exhibición de los ceros del cheque que le ha sacado al Corte Inglés. Y es que, a diferencia del árcangel Joan Manuel, sólo Joaquín sabe lo canalla que es Sabina.

domingo, septiembre 17, 2006

EL SíNDROME DEL JURADO


Cuentan los expertos que el jurado popular tenderá a condenar al acusado, aún en ausencia de pruebas, porque horrorizado ante la atrocidad del crimen, no puede tolerar nunca que éste quede impune.

En la sociedad actual necesitamos siempre un culpable, un responsable de toda desgracia que suceda aunque ésta sea inevitable, fruto del azar o de la acción incontrolable de la naturaleza. Necesitamos a alguien que pague por el desastre (esto lo aprovechan mucho los políticos cuando están en la oposición).

En nuestra vida personal también tenemos que buscar un culpable al que achacar nuestros males. En unas ocasiones optamos por echarles la culpa a los demás y descargamos en ellos nuestra ira. En otras nos culpamos a nosotros mismos.

En este último caso, considerando lo implacable del fiscal, las abrumadoras pruebas en contra, la existencia de un testigo siempre presencial, y la parcialidad e inclemencia del jurado, no lo dudes: Acabarás perdiendo el juicio.

sábado, septiembre 16, 2006

COPIRRÁIS Y OTRAS REGALÍAS

La foto de la NBA es obra de Dios (basta apreciar el ángulo desde el que fue tomada). La foto de los perros sesteando es obra mía. Expreso desde aquí mi reconocimiento y admiración por los creadores de las otras imágenes y dibujos que adornan este cuaderno de bitácora.. El cheque con sus legítimos derechos de autor podéis enviárselo vosotros directamente. Ya sabéis cuanto detesto ocuparme personalmente de esas minucias administrativas.
CRÁPULA DRÁCULA

Me desperté tan pronto esta mañana
que las cosas no habían sido aún creadas
y el mundo era apenas
un pespunte de luz en la ventana,
(mortal de necesidad)

Aventuré mi pie
hacia un planeta trémulo
aquejado de magmas juveniles,
confiando mi peso
a un suelo no fraguado.

Arrastré mi cuerpo y mis resacas
por pasillos concavo-convexos
como un muerto viviente
como un vivo durmiente
y bendije la Santa regadera
que me bautiza de todos mis recuerdos.
También bendije
al Glorioso sumidero
que, día a día,
como un viejo maestro
repetitivo y monótono
con espiral elegancia
me demuestra las leyes de Coriolis
cuando traga telarañas de mis sueños
y sin embargo es descortés
pues rematan cada clase
sus cañerías de armonio
con un grosero eructo
cuyo epicentro radica
en el mismísimo infierno.

Cuando me asomo al espejo
tratando de decidir
que “yo” me visto
él multiplica mi imagen
(probablemente por cero)

jueves, septiembre 14, 2006

NBA
















NBA

Hace tiempo que jugamos
los minutos de la basura:
la derrota constatada
además será aplastante.

Hace tiempo que la gente
decidió marcharse a casa
y en las gradas sólo quedan
botes de Coca-Cola aplastados
y palomitas pisoteadas
contemplando el espectáculo
más desolado del mundo.

Miramos al cielo
con el sudor ya helado
azuzando al reloj para que todo pase
para que marque
de una puta vez
el final del partido.

Entonces, el árbitro señala
una sorprendente prórroga
jamás merecida, nunca solicitada
con tal de saborear
un poquito más de nuestra agonía.

miércoles, septiembre 13, 2006

EL AGUA


Hay tres formas de mirar al agua:
  1. Desde la orilla el agua es un juego infantil de chispas de espuma y risa.
  2. El agua desde arriba es muerte y miedo. Si te asomas a la borda verás reflejado en un espejo verde oscuro, más oscuro que el más sombrío de los negros, el rostro desdibujado del fantasma que un día serás.
  3. Pero desde dentro el agua es sueño desvaído, un mundo ingrávido, mudo y lento. La peor de las tormentas, desde el fondo, es un suave vaivén que nos acuna.

Tardes de pan con algo


Gracias a un giro de la fortuna y a la tan de moda entre las empresas "conciliación de la vida familiar" (como si a estas alturas de la película uno pudiera reconciliarse con la familia) he conseguido un traslado que me ha permitido recuperar uno de esos placeres de la vida que creía perdido para siempre: la merienda.
Tras años de comer a las milquinientas he podido disfrutar del gustazo de devorar un bocadillo a media tarde y con ello revivir aquellos momentos de la infancia. Aquellos enormes bocadillos de chorizo Revilla, de chocolate Nestlé (nada de lujos, sin almendras que éramos familia numerosa), aquellas rebanadas de foagrás Apis, de Tulipán con azúcar, de Nocilla (del nacimiento de mi hermano sólo recuerdo que fue la primera vez que probé la Nocilla). O los más extravagantes, el riquísimo bocata de plátanos o el más empalagoso de leche condensada.
Desgraciadamente uno ya no es el que era y acojonado con las campañas de los medios que dicen que el colesterol puede convertir tu sangre en pomada he desterrado del menú la Nocilla y el Tulipán. No así el de leche condensada (la Lechera, por supuesto, aunque un tubo de dentífrico sustituye a la lata blanca), mejorado y ampliado porque he añadido unas onzas de chocolate puro en un desesperado intento de suicidio hipercalórico.
También se han sofisticado los gustos y el bocadillo de jamón serrano y queso ha derivado en dos recetas, una fría y otra caliente:
Filadelfia, magro de cerdo Apis (sigo fiel, sí), y pimiento morrón de lata
vs
Pimiento natural frito y lascas de parmesano fundidas bajo crujiente de cecina al microondas.
Bueno, os dejo que empiezan en la tele "Las aventuras de Fofó y el señor Chinarro"
Y tú ¿Qué merendabas?

martes, septiembre 12, 2006

De gallinas, avestruces y canarios felices.

Hoy y aquí gozamos de las mayores libertades individuales que han visto los siglos, libertad política, económica, libertad de conciencia,libertad de expresión hasta límites nunca sospechados... Y sin embargo, no hacemos otra cosa que ahogarnos en este oceáno de libertad, la dilapidamos como nuevos ricos, no sabemos que hacer con ella. A nadie podemos culpar por ello, no ahí ninguna mano negra que nos reprima, nosotros somos los únicos culpables por nuestra falta de imaginación. Con todas las opciones que tenemos abiertas y sin embargo parecemos incómodos ante la perspectiva y el tremendo esfuerzo de tener que decidir.
Sin embargo, globalmente la libertad no atravise los mejores momentos. Tres acontecimientos (y aquí es cuando me pongo un poco tontuco y pedantón) han contribuido a mi juicio al recorte de libertades.
El primero fue la extensión del fantasma del Sida, que reprimió nuestra sexualidad, y lo que es peor nuestros afectos, despertando fantasmas y temores que creíamos enterrados por la historia y el progreso.
El segundo fue la caída del muro que nos hizo ver los horrores de las dictaduras socialistas, esto dejó totalmente desorientados a los pensadores progresistas (tan ingenuos y complacientes hasta entonces con aquellos regímenes) que dejaron sin el necesario contrapeso ideológico a los conservadores. Desaparecido el equilibrio de potencias militares los EEUU se crecieron y han transformado el mundo en su imperio.
El tercero fue el 11-S. Hemos aceptado recortar la libertad de prensa, la de expresión, admitido que se censuraran imágenes, intervinieran nuestras comunicaciones, cedieramos soberanía nacional y personal, tolerado registros estúpidos y vergonzantes en aeropuertos, todo a cambio de una pretendida mayor seguridad. Y nos hemos resistido tan poco...
De todas maneras y, volviendo al principo, me parece más grave la claudicación individual, ese empeño en ponernos nosotros mismos el collar, y lo peor es que trocamos lo más preciado por muy bajo precio.
Perdonadme pero hoy he perdido un poco el Norte. Será la tormenta.

lunes, septiembre 11, 2006

LA FUGA

-Por favor, ¡Ayúdeme! He escapado de un loco que me tenía secuestrada.
-¡No me pises el césped!-Llevo años encerrada en la casa de al lado.
-¡No me pises el césped!-Avise a la policía o me atrapará de nuevo.
-¡No me pises el césped!-Es un hombre peligroso que quizás ahora me mate.
-¡No me pises el césped!-(hmm, he escapado de un loco para encontrar otro peor). Es posible que a usted también la mate.
-¡No m…! Será mejor que avisemos a la policía.

domingo, septiembre 10, 2006

EL OTRO


No sé si alguna vez ya os lo he contado, (o si a vosotros también os pasa) pero, en realidad, todo lo escribe el otro. Y el otro es impredecible, ingobernable, terriblemente vago y caprichoso. Ni está dispuesto a callar cuando le mando, ni habla cuando se lo ruego. Lo mismo os aturde con una verborrea incontinente que se sume en el silencio por meses.
No me hago enteramente responsable de lo que cuenta por mi boca: tan pronto se muestra insoportablemente ñoño y romántico como deliberadamente grosero; me avergüenzo tantas veces de sus ideas, un día se levanta bolchevique e incendiario, al instante se transforma en reaccionario, fascista y conservador, siempre dispuesto a hacerme perder los pocos amigos que aún conservo. Tampoco es mérito mío si alguna vez os entretuvieron sus historias. De nada me ha servido nunca enfadarme con él, no atiende ni al halago, ni a la amenaza. Cuando alguna vez he tratado de escribir algo por mi cuenta, he escuchado siempre sus burlonas carcajadas ante mi inútil esfuerzo. ..
Y hoy he aprovechado que está profundamente dormido para confesaros mi secreto.

GRAVEDADES

La astrónoma Lara Merlini describe en su teoría gravitacional a los agujeros negros como astros en forma de toro (esa forma geométrica similar a un Donuts) tan voraces que son capaces de tragarse todo tu Universo.

El hijo de Lara se bañaba utilizando como flotador un viejo neumático de camión. Lara lo vio zambullirse a través del agujero. Su cuerpo nunca volvería a emerger.

A Newton la manzana que le inspiró la ley de la gravedad le causó bastante menos daño.

pazzos

pazzos




"NO ES LA LENGUA BLANDA Y PERMANECEY LOS DIENTESDUROS Y SE CAEN”

sábado, septiembre 09, 2006


AUTORETRATO


Tiene una cara ancha y redonda como el escudo del Barça. Grande la cabeza, adornada por unas entradas galopantes que a sus cuarenta y pocos años anuncian la alopecia que se adueñará de esos terrenos en los cincuenta. Esa cabeza hace tiempo que sólo produce, básicamente, caspa.
Los ojos son de un azul amarillento, como de pescadilla revuelta, apenas rodeados de pestañas ralas que dan a los párpados cierto aire de lagarto.
Los papos carnosos, lustrosos, pregonan una glotonería confirmada por una boca enorme, armada con unos dientes amenazadores.
La nariz grande, apayasada, con unos agujeros más oscuros que el túnel del Negrón.
El mentón débil, la papada en imparable crecimiento, la nuez, ¿mejor llamarla coco?
De unos hombros de anguila cuelgan unos brazos de gibón. Los bíceps no fueron contratados y no estaban incluidos en el equipamiento de serie. Unas muñequillas ridículas sujetan unas manos desproporcionadas y torpes, llenas de dedos largos y un poco cabezones que alguien calificó un día como “ideales para capar gochos”.
La espalda, abovedada, como si el arquitecto que perpetró el diseño de la columna, hubiera errado al calcular el peso de la desmesurada cabeza.
El pecho, hirsuto y enmarañado como el Mato Grosso antes de la deforestación, alberga un corazón desbocado y unos pulmones endebles. La misma pelambre alfombra una tripilla cervecera coronada por un ombligo descentrado y escoltada por lo que algunos llaman michelines o lorzas aunque el prefiere llamarlas con cariño las asas del amor.
¿Qué decir del tamaño del pene? Entre el de un abisinio y el de un esquimal. En este aspecto dejo a cada uno muy libre de establecer sus propias conjeturas.
Las piernas, más peludas que las de un fauno, son enclenques y de rodilla escandalosa.
Todo este edificio ruinoso se sustenta sobre dos pies izquierdos y un ego insoportable.